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Caso de éxito1 - Comercial Rivas

Una granja de Lugo transforma el purín en camas para las vacas

Este novedoso sistema, que solo tiene ésta de O Páramo y otra granja de Sarria, es habitual en Holanda.

La SAT Ladeira, de San Vicente, en O Páramo, acaba de implantar un novedoso sistema en la explotación -en la provincia solamente funciona otro en una granja más pequeña- que transforma el purín que generan sus 400 cabezas de ganado frisón, en un producto que utilizan como cama para las vacas. Sustituye a la arena de la que gastaban semanalmente 27.000 kilos que suponía un gasto anual de 15.000 euros. Llevan 15 días usándolo con resultados muy satisfactorios. La producción abastece las necesidades de la explotación.

Los socios de Ladeira José Manuel Rodríguez Vázquez, Manuel López Gómez, Antonio López Grandes y Antonio López Mouronte, se decantaron por este sistema porque es más respetuoso con el medio ambiente que el anterior. Antes de implantarlo comprobaron cómo funcionaba en una granja de Navarra, que importó el modelo de explotaciones de Francia y de Holanda. En este último país, con zonas de elevadísima carga ganadera, sustituyeron las cuotas de leche por las de purín, en un país con zonas de una elevadísima carga ganadera.

El proceso

El purín que generan los 400 animales se concentra ahora en un depósito de 25.000 litros que cuenta con un agitador y con una bomba que impulsa el residuo ganadero hacia una máquina que separa la parte sólida de la líquida. Esta última baja por una tubería hasta el pozo de purín, con capacidad para cinco millones de litros y que la sociedad tiene que vaciar dos veces al año.

Un túnel de compostaje somete la parte sólida del purín a un proceso de secado. Una turbina se encarga de inyectarle aire a una temperatura de 70 grados y que según Antonio López Mouronte, mata microbios y bacterias y genera un producto higienizado y seguro como cama para las vacas. Una de las principales enfermedades que afecta al ganado dedicado a producción láctea es la mamitis y según explicó López Mouronte, la temperatura a la que someten el purín sólido garantiza que no se propague esta enfermedad.

El producto que extraen del purín no lo pueden utilizar en tres días. Pero, tienen garantizada la reposición de las camas porque la especie de serrín que genera está repartido en dos partes, una de ellas siempre lista para su uso. De momento se autoabastecen de material para las camas de sus animales. Si en algún momento les llega a sobrar, podrían utilizarlo como abono e incluso venderlo. Pese a que se trata de un residuo, procedente de la bosta de vaca, su olor no es especialmente fuerte ni desagradable. «Huele algo -señaló el ganadero- cuando lo echas, que sale caliente y humea, pero pasa a los pocos minutos».

Reciclado continuo

Cuando renuevan los lechos del ganado, el producto sobre el que se acuestan los animales vuelve a los canales que transportan el purín hasta el depósito con el agitador y se someten de nuevo al proceso de transformación. Así, el material que se obtiene de la bosta de la vaca está reciclándose continuamente.

Hasta ahora en las camas echaban arena, que según el ganadero aportaba una gran confortabilidad a las vacas. Generaba, sin embargo, otros problemas. La arena iba a la fosa de purín y se iba depositando en ella, dificultando su retirada con cisternas, al acumularse en el fondo. En el trayecto desgastaba el suelo y el cemento, sobre todo durante el proceso de limpieza del establo que está completamente automatizado.

La arena que usaban antes también desgastaba los cascos de los animales, según pudieron comprobar.

Entre las numerosas ventajas que supone el uso del túnel del compostaje para utilizar el material en los lechos del ganado, la SAT Ladeira aprecia que el separar la parte sólida de la líquida del residuo facilita el vaciado de la fosa del purín. También permite que, al ser menos espesa, la parte que acaba en el pozo, sea más manejable y sobre todo más fácil de inyectar en el suelo de las fincas, de cara a las normas que pretenden implantar. Entre los inconvenientes figura el elevado consumo de energía.

Con este nuevo sistema, que supuso la retirada previa de toda la arena de las camas y la depositada en el resto de los sitios, salvo en el pozo, antes de sustituirla por el nuevo material, también solucionan otro problema, derivado del uso del purín para abonar las fincas. «El abonado con arena no daña las fincas durante los dos primeros años, pero no tenemos nada claro que sea beneficioso si continúa en el tiempo.», señaló Antonio López Mouronte.

Algunos expertos consideran que la acumulación de arena procedente de las camas de las vacas en las fincas puede cambiar la estructura del suelo y modifican su capacidad drenante.

El sistema de transformación de purín en un producto seco para la cama de las vacas funciona de forma automática, una vez que el depósito detecta que la cantidad de residuo ha sobrepasado determinado nivel.

 

 

 

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